21/5/14

No necesitas más de lo que tienes


 Por Gustavo Barboza


  Dios ha puesto un potencial para liderar en todos sus hijos, el cual es necesario desarrollar para impactar nuestra sociedad como Dios quiere que lo hagamos. Jesús mismo no fue un líder pasivo, por lo tanto, él no quiere una iglesia pasiva.

   Déjame compartirte una verdad sumamente importante sobre el tema del liderazgo:
Está claro que los líderes tienen que tener seguidores, pero tener seguidores no es un requisito para llevar a cabo un liderazgo inicial. Las demandas del liderazgo pueden requerir que usted se quede solo al enfrentar un conflicto, opinión pública o crisis. Pero la mera disposición de mantenerse firme en lo usted cree, sin importar lo que pase, es lo que con frecuencia inspirará a otras personas.

   Muchas veces los líderes van de un lado a otro buscando la forma o estrategia para atraer seguidores, mientras que lo que debemos hacer es mantenernos firmes en nuestras convicciones venga lo que venga. El verdadero liderazgo ejerce la influencia por medio de la inspiración y pasión que se provoca por una sana convicción. Así fue como lo hizo Jesús; nació en una pequeña ciudad de Judea y fue criado en un barrio que se dice que solo tenía una calle y once casas, sin dar registro de una educación formal Jesús introdujo su visión en el mundo entero. Por su claro sentido de propósito, pasión, compromiso y compasión, Jesús inspiró a doce personas comunes que lo dejaron todo hasta la muerte, los cuales inspiraron a millones de personas hasta la actualidad por medio del mensaje de Jesucristo.

   Este ejemplo nos dice una cosa, no hay limitante para marcar lo que Dios nos ha llamado a marcar, inspirar e influenciar. Y claro, en este momento podes pensar que Jesús era Dios hecho hombre, obvio tenía la capacidad. Pero déjame decirte cómo fue que Jesús lo hizo, aquí te va la respuesta: Jesús lo hizo todo únicamente utilizando su clara convicción, amor, pasión y compromiso al llamado de Dios y a nosotros. Una respuesta muy poco profunda pero cierta. Si no hubiese sido así, sus discípulos que eran hombres comunes y no más preparados que nosotros, no hubieran tenido éxito; sin embargo, el CREERLE a Jesús basto para que ellos trastornaran al mundo.

   Presta atención a esto, la diferencia entre los hombres que marcan la historia y los que no, es simple, unos saben utilizar bien las herramientas y dones que Dios les dio, mientras que otros no. Jesús cambio la historia porque supo utilizar muy bien lo que Dios le había regalo, y tengo excelentes noticias para vos que decidiste marca la historia con Jesús; lo mismo que Dios le dio a Jesús te lo dio a vos, la misma promesa de una relación íntima, el mismo respaldo de su presencia y la manifestación de su poder. ¿Qué más necesitamos? Eso es parte del gran sacrificio de Jesús en esa cruz, nos sentó junto con El en lugares celestiales!

   Dios nos dio nuestros propios dones y habilidades, a TODOS, los cuales debemos usar de una forma correcta y guiados por el Espíritu Santo para no ser de los que se dejan influenciar, sino más bien, para influenciar y brillar en este momento y en donde quiera que estemos.
Demostremos por medio de nuestra convicción, pasión y amor que Jesucristo vive, que es real y que tiene poder para volver lo imposible posible.

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